"La tierra que dio a Bolívar, Bello, Miranda,
Sucre, y tantos hombres superiores, está llamada a grandes destinos y no
equivocará esta vez su camino. El pueblo Venezolano demostrará que tiene mejor
sentido que estos vendedores de humo y falsos profetas, que habrán perdido el
tiempo, que nunca pudieron ni supieron utilizar con provecho"
ACADEMIA DE MÉRIDA
CELEBRARA SESIÓN DE HOMENAJE AL DOCTOR ARÍSTIDES CALVANI
Agencia Pacca.
08.03.20
La Academia de Mérida celebrará una sesión especial el venidero miércoles quince
de abril en homenaje al Doctor Arístides Calvani, con motivo de haberse
recordado el centenario de su natalicio.
El orador de orden será el Doctor Román J. Duque Corredor, quien fungió como
presidente del comité nacional de celebración de la fecha natal del ex canciller
venezolano.
Durante el año centenario hubo actividades institucionales de gran relevancia
como una sesión de la Asamblea Nacional de Venezuela y de la Real Academia de
Ciencias Morales y Políticas de España.
En las graficas aparece Duque Corredor al lado de la escultura de Calvani,
ubicada en el Centro de Estudios que lleva su nombre en Caracas, y la fachada de
la sede de la Academia de Mérida.
Los dirigentes de la Fundación Alberto Adriani acudieron al homenaje que se
brindó al Ex Canciller Arístides Calvani, con motivo de clausurarse el año
centenario de su nacimiento.
Los actos fueron celebrados el pasado lunes veintiocho de enero en el templo de
El Buen Pastos y Centro de Formación Ifedec, en Boleíta, Distrito Sucre,
Miranda.
En la foto de izquierda a derecha Nilson Guerra Zambrano, Luis Antonio Molina,
Román J. Duque Corredor y Luis Mata Mollejas.
Homilía en el Centenario
natalicio de Arístides Calvani
Mons. Ovidio Pérez Morales
La Eucaristía es un compartir que nos congrega a los
cristianos para celebrar la muerte y resurrección de Jesús, quien ofrendó su
vida para la liberación de los seres humanos y la unión de éstos entre sí y con
Dios, el Unitrino, que es comunión, amor. Nos congregamos hoy aquí con ocasión
del regalo divino dado a la Iglesia, a Venezuela junto y a otros pueblos en
la persona de Arístides Calvani. A él lo encomendamos y a él nos encomendamos,
en la convicción de que goza ya de la plenitud del Reino de los Cielos.
La Palabra que se nos acaba de proclamar nos ayuda a
profundizar en el sentido que Arístides imprimió a su existencia y el cual nos
ha dejado como legado a multiplicar. Este legado se identifica con lo que Jesús
en la Eucaristía nos recuerda, actualiza y manda: entregar la vida propia en
alabanza a Dios y en servicio a los demás. Propiamente hablando al Señor no le
quitaron la vida, sino que la dio para que todos fuésemos liberados del mal y
tuviésemos vida y vida abundante. En la primera lectura de esta Misa se nos ha
dicho: “En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros.
También nosotros debemos dar nuestras vidas por los hermanos” (1 Jn 3, 16).
Amar es vivir como ser-para-el-Otro-y-los otros-.
El Evangelio de hoy está tomado de Mateo y es un texto
sumamente iluminador para nuestro comportamiento cristiano, siempre, pero de
modo particular en la actual coyuntura nacional. Este pasaje evangélico (Mt 25,
31-46) contiene la descripción del Juicio Final sobre la humanidad, la cual,
según Mateo, hace Jesús mismo. Esta descripción ofrece varias peculiaridades
muy significativas: 1ª subraya el criterio del juicio divino definitivo
sobre los humanos, sobre su salvación o reprobación (Juicio Final); 2ª es
Jesús mismo quien define dicho criterio; 3ª la causa de condenación son
sólo pecados de omisión; 4ª esta omisión consiste en faltas de
solidaridad (no cultuales o de otro género), 5ª la insolidaridad se refiere
a comportamientos con respecto de realidades corporales (no a simples
sentimientos o realidades espirituales ), 6ª Cristo se presencializa,
identifica, en “el otro-necesitado” ( el otro “es” el Señor). La solidaridad,
no queda encerrada en el tiempo, sino que lo trasciende, confiriéndole a la
caritas una dimensión religiosa y eterna. La solidaridad resulta así un
humanismo trascendente. Ciertamente lo que la Biblia dice respecto de juicio
divino y conducta moral humana no se agota en este texto de Mateo; hay oros
lugares en que se ponen otras condiciones para entrar en el Reino de Dios (cf. 1
Co, 6, 9-10; Col 3, 5-9). El texto y contexto de este pasaje destacan, sin
embargo, lo primario y fundamental del amor al prójimo en la relación del ser
humano con Dios.
Arístides Calvani entendió bien lo que significa la dimensión
social del Evangelio (fe, Iglesia); cómo no se puede hablar de vida cristiana
sin su proyección en la convivencia social, en la polis (comunidad
política); cómo el mandamiento máximo de Jesús no se circunscribe a un íntimo
sentimiento religioso, a una expresión cultual o a un gesto de caridad
individual, sino que ha de impregnar toda la vida y actividad del cristiano,
partiendo de la propia familia y del entorno inmediato hasta alcanzar en lo
posible la comunidad internacional. Nos dice el Concilio Plenario de Venezuela
en su documento sobre Iglesia y nueva sociedad: “Los cristianos no pueden decir
que aman, si ese amor no pasa por lo cotidiano de la vida y atraviesa toda la
compleja organización social, política y cultural”.
Arístides percibió de modo muy claro esta dimensión social y
amplia de la fe y actuó en consecuencia. Murió en un país por cuyo afianzamiento
democrático trabajó y en su agenda tenía, al regresar de Guatemala, el
participar en las Segundas Jornadas Fe y Cultura en Coro, que tuvieron como
título “Evangelio y nueva sociedad”. Ese punto de agenda póstumo lo pongo de
relieve en la semblanza que hago de Arístides en Protagonistas de Iglesia y
mundo (Ediciones Paulinas, Caracas 1990), la cual tiene como título
Cristiano en el mundo. Esto fue Arístides, a quien la Iglesia en Venezuela
debe exhibir y venerar como modelo de “laico católico”, caracterizado por el
Concilio Vaticano II (LG 31) como cristiano, que, por el bautismo participa en
el Pueblo de Dios de la misión profética, sacerdotal y real de Cristo y la
ejerce en la Iglesia y en el mundo con peculiaridad secular. La especificidad
del laico es su inmersión en las realidades temporales, mundanas, para asumirlas
y orientarlas en sentido dela Buena Nueva. El laico es así ciudadano de dos
mundos; peregrina comprometidamente en la historia, anhelando y preparando en
ésta la plenitud del eterno. El laico es, por tanto, un personaje dinámicamente
“bifronte” (no en sentido esquizofrénico sino integrado, armónico). Hombre de
Iglesia, en cuya comunidad toma parte, y de mundo, en cuya construcción
contribuye, siendo esto último, sin embargo, lo que lo caracteriza propiamente
como laico.
Para Arístides, convencidamente laico, no era algo raro o
sobreañadido, por consiguiente, el moverse con naturalidad como cristiano en
asambleas sindicales, mítines partidistas, clases universitarias y círculos
diplomáticos. Más aún, lo consideraba conveniente u obligante. Esto nos
recuerda la unidad de vida que guardaba un Tomás Moro en la Inglaterra de los
quinientos. Oración individual, práctica sacramental, convivencia conyugal y
familiar, ajetreo profesional, servicio social y compromiso político se tejían
en él para formar una armonía, una coherencia, existencial cristiana.
No olvido mi primer encuentro con el Dr. Calvani en Caracas,
cuando yo, recién llegado del Táchira, contando diez y seis años y cerca de
concluir el preuniversitario de entonces, me asomaba a compromisos en el campo
social y político. Justo entonces Arístides me acompañó en iniciales
emprendimiento y ya desde entonces pude apreciar sus valores humanos cristianos.
Era un maestro en el sentido más hondo de la palabra, que envuelve palabra y
testimonio.
Arístides se esforzó en encarnar de modo coherente y ejemplar
el amor de Cristo en su vida privada y pública. Con gran fe y profunda humildad,
con notable espíritu de servicio y desprendimiento, especialmente hacia los más
necesitados; con honestidad a toda prueba y gran responsabilidad; con agudo
sentido del bien común en sus expresiones locales y globales; con fe y
convicciones firmes pero enraizadas en un espíritu comprensivo y dispuesto al
diálogo. Hombre de justicia y paz. Es la razón por la cual no pocos estiman
oportuno y necesario continuar los pasos ya dados hacia un proceso de
canonización, junto con su Adelita que lo acompañó en vida y muerte, unidos
profundamente en Dios Amor. Los dos y sus hijas Graciela y María Elena nos
acompañan desde el cielo en esta Santa Misa.
No podría concluir esta homilía sin señalar algunas
interpelaciones que el hacer memoria de Arístides plantea en esta hora
venezolana:
a los laicos, extra grande
mayoría en la Iglesia, para que asuman con coraje, desde el Evangelio y
propiciando la mayor unidad, el cambio de conducción política que urge el país
hacia una convivencia democrática, productiva y solidaria.
a los laicos, para que promuevan
su propia formación y la de muchos otros en materia de fe y moral, y en
particular en Doctrina Social de la Iglesia, con miras a capacitarse hacia la
construcción de una “nueva sociedad” en Venezuela.
a los laicos activos en política
y que creen identificarse con esta Doctrina Social, para que superando el anti
testimonio de la división y proyectos egoístas o grupales, en un país dividido y
con una oposición democrática escandalosamente fragmentada, aúnen esfuerzos
hacia la reconstrucción y ulterior progreso integral del país.
a los laicos para que sobre la
base de una coherencia de fe y vida se empeñen desde su testimonio personal en
la evangelización de la cultura en el ámbito social, político y ético-cultural.
La memoria que hacemos hoy de este egregio laico venezolano
sea un canto agradecido a Dios por el precioso regalo de Arístides y Adelita
y una petición a la Trinidad Santísima para que el testimonio de esa santa
pareja se multiplique en muchos otros laicos que entiendan y actúen la propia
existencia como “ser para los demás”.
Hoy diecinueve de enero se dio apertura al año jubilar del Centenario del
Natalicio del ilustre venezolano Arístides Calvani Silva, Ministro de Relaciones
Exteriores durante el primer mandato del Presidente Rafael Caldera (1969 - 1974)
y brillante catedrático.
La primera actividad fue la celebración eucarística realizada en la Iglesia El
Buen Pastor de Boleíta Norte, presidida por el Excelentísimo Monseñor Ovidio
Pérez Morales, Arzobispo - Obispo Emérito de Los Teques.
Luego fue celebrado un acto académico en el auditorio de la Universidad
Monte Ávila, donde intervinieron los doctores Eduardo Fernández, Presidente
del Instituto Internacional de Formación "Arístides Calvani" y
Román J. Duque Corredor, Presidente de la Comisión Promotora del
Centenario.
En el evento se presentó la colección de folletos sobre la vida y obra de
Calvani.
Estaban presentes sus hijos Pedro Pablo y Francisco Calvani Abbo.
Las fotos muestran momentos de la conmemoración.
Puede afirmarse que la vocación internacionalista del Dr. Arístides Calvani
(1918-1986) estuvo inspirada en la travesía vital de sus ancestros, inmigrantes
de la isla de Córcega: Erasmo Calvani, Andrés Franceschi y Vicente Grisanti y
Julia Franceschi. Ellos integraron la comunidad corsa que tanto aportó a la
prosperidad agroexportadora de Paria, como agricultores del cacao y la caña de
azúcar (ron) en el siglo XIX.
Su padre, el Ing. Luis Francisco Calvani Grisanti, fue director de la Sala
Técnica de Minas y fundador de la Sala Técnica de Hidrocarburos del antiguo
Ministerio de Fomento, cuyo titular era el Dr. Gumersindo Torres. Fue cónsul
general de Venezuela en Trinidad y Tobago, Boa Vista, Ginebra, Amberes y
Bruselas. Su madre, doña Teresa Silva Carranza, provenía de ancestrales familias
de Cumaná, cuyo aporte fue crucial en la Independencia.
Algunos se sorprendieron cuando el presidente Caldera designó al Dr. Calvani
ministro de Relaciones Exteriores en 1969. Como fundador de organizaciones
sociales y sindicatos inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia Católica,
no pocos pensaron que el jurista y profesor universitario oriental sería
ministro del Trabajo. Es opinión compartida por tirios y troyanos que Calvani
fue uno de los grandes cancilleres de nuestra historia republicana. Su
contribución a la paz y a la democratización de América Central y su liderazgo
en el ingreso de Venezuela al Pacto Andino dio un empuje clave a la integración
latinoamericana.
Sus breves y memorables discursos en la Asamblea General de las Naciones Unidas
y en la OEA, donde introdujo los conceptos de Justicia Social Internacional y
del Bien Común Universal, inspiraron a estadistas del mundo a afianzar la
convicción según el cual la equidad en la distribución de la riqueza y en el
usufructo de la tecnología, dentro y entre las naciones, es la mejor garantía de
la justicia y la paz planetarias. Para ello, se requiere un nuevo orden
económico internacional, instituciones democráticas sólidas y la protección de
los derechos humanos.
El IFEDEC, dirigido por el Dr. Eduardo Fernández, ha preparado, bajo la
conducción del Dr. Román Duque Corredor, un programa de actividades para
conmemorar el centenario del excelso estadista venezolano.
Las instituciones
vinculadas a la celebración del centenario natal de Arístides Calvani
colocaron ofrenda
floral ante su estatua, ubicada en la plazoleta noroeste del Centro de Políticas
Públicas Ifedec.
Estuvieron presentes sus hijos Francisco, Pedro Pablo y Maribel, al igual que
los presidentes del Ifedec y Fundación
Alberto Adriani
Eduardo Fernández y Román J. Duque Corredor.
INSTALADA COMISION
PROMOTORA
DEL CENTENARIO DE CALVANI
22.11.17
Durante un concurrido
acto celebrado en el Centro Internacional de Políticas Públicas (Ifedec) fue
instalada la Comisión Promotora del Centenario del ilustre venezolano Arístides
Calvani Silva, ex canciller y ardoroso defensor de la democracia.. Las palabras
inaugurales estuvieron a cargo del presidente del Ifedec Eduardo Fernández
Jiménez, luego de las cuales intervino el presidente de la comisión Román
J.Duque Corredor con una amplia disertación sobre la Doctrina Calvani en materia
de resoluciòn de conflictos.
El Profesor Pedro Luis Ghinaglia intervino sobre el concepto de la unidad desde
la visión calvanista y cerró Francisco Calvani con remembranzas familiares.
El evento, presentado por el Licenciado Nilson Guerra Zambrano, comenzó con la
proyección de un video biográfico de Calvani producido por la firma Cinesa.
DUQUE CORREDOR
ENTREVISTADO
POR TELEVEN Y GLOBOVISIÓN
22.11.17.
El Presidente de la
Fundación Alberto Adriani Román J. Duque Corredor fue entrevistado esta mañana
por periodistas de los canales Televen y Globovisión.
Duque habló sobre los singulares aportes brindados a la diplomacia internacional
por el Canciller Arístides Calvani, especialmente por su tesis sobre diálogos y
acuerdos de paz, al igual que por sus esfuerzos por democratizar los países de
América Central.
Mensaje del Dr.
Román Duque Corredor, Presidente de la Comisión Centenaria del Natalicio de
Arístides Calvani,
La Comisión del Centenario del Nacimiento del Dr. Arístides Calvani, creada en
el mes de junio, de este año, agradece su presencia en este Acto de su
instalación formal, como inicio de la Programación “Pensamiento, acción y obra
de Arístides Calvani: el Apóstol de la Democracia y Canciller de la Paz”, con la
que se quiere no solo homenajearlo, sino principalmente perpetuar su memoria,
porque como valor humano, nunca podrá ser olvidado y porque, en la historia de
Venezuela y en la de América Latina, su vida, por su personalidad integral, de
humanista cristiano, representa un “pre” y un “post”, respecto de la democracia,
la integración y la paz. Hemos remitido por correo electrónico a los miembros de
esta Comisión un Informe detallado sobre la planificación, las actividades
cumplidas por el Comité Operativo y sobre los compromisos de la Programación
Centenaria, así como de la decisión, consultada previamente, de editar los
CUADERNOS COLECCIÓN CENTENARIO“PENSAMIENTO Y OBRA DE ARÍSTIDES CALVANI”, que
comprenderá los siguientes temas: 1.- “Calvani, la Política Internacional y, la
Democracia”. 2.- “Calvani político y parlamentario”. 3.- “Calvani y la familia”.
4.- “Calvani, la formación en ciencias sociales, la acción social y la
participación popular” .5.- “Calvani y, el desarrollo sindical y laboral”. 6.-
“Calvani, académico y jurista”. 7.- “Calvani y la formación humanista
cristiana”. 8.- “Calvani y, el compromiso cristiano del apostolado” y 9.-
“Calvani y la profesionalización de las Fuerzas Armadas”. En esta oportunidad,
en razón de haber enviado el referido Informe, no daré lectura al mismo, sino
que me referiré a la decisión que adoptó el Comité Operativo, de acoger la
propuesta, que en su oportunidad hizo a la Comisión, el tristemente fallecido
Ingeniero Filippo Vagnoni, de formular la tesis Calvani de la negociación
política como instrumento de resolución conflictos políticos. Con esta decisión,
la Comisión quiere vincular a la Programación Centenaria, el recuerdo y la
memoria, del Ingeniero Filippo Vagnoni, quien, desde su inicio fue un entusiasta
promotor de la celebración del Centenario y uno de sus más comprometidos
colaboradores, personalmente, y a través de la Fundación “Rosa y Giuseppe
Vagnoni”, que dirigía. El Comité Operativo, consideró que por cuanto la tesis
Calvani, antes mencionada, además de comprender un conjunto de principios
básicos sobre la paz y los medios para obtenerla a través de instrumentos
diplomáticos y jurídicos, tuvo también una acción práctica internacional; es
decir, constituía un sistema, se debería promover como “la doctrina Calvani de
negociación para la reconciliación y la paz”. Por mi parte, he comenzado a
elaborar el contenido material de esta doctrina, en base a sus discursos y
escritos sobre estos temas, que quisiera brevemente, compartir con ustedes, en
algunos minutos.
En primer lugar, la tesis de Calvani, parte de la idea de un consenso, es decir,
de un conjunto de acciones y de actos para lograr un fin. Esto es un acuerdo. En
segundo lugar, como proceso Calvani se refería no sólo a un método y
procedimiento para el acuerdo, sino fundamentalmente a un marco axiológico que
sirva de orientación a las decisiones de los participantes, fundamentalmente,
los valores democráticos como valores superiores y el respeto de los derechos
humanos, como un orden universal. En tercer lugar, que en épocas de crisis
humanitarias, el consenso es un deber ético porque su fundamento es el derecho
humano a vivir en democracia, es decir, en paz y en tolerancia. En cuarto lugar,
que desde el punto de vista de la eficacia de la institucionalidad democrática,
los pueblos tienen el derecho de reclamar el ejercicio de la tolerancia y los
poderes públicos la obligación de restablecerla. En quinto lugar, que
ciertamente, que no es la vía de hecho o de la fuerza la forma de reconstruir el
equilibrio en la democracia cuando ésta está afectada por una crisis
institucional. Sino la de generar un consenso entre las fuerzas sociales, si de
verdad se quiere reacomodar la ecuación entre gobierno y sociedad como salida a
la crisis institucional. Por supuesto, que la doctrina Calvani, tenía en cuenta
que toda negociación, para que esta no fuera bloqueada, por su falta de
trasparencia y la mutua desconfianza, requiere de determinadas condiciones para
que resulte una verdadera negociación. Es decir, que había que contar con
agenda, objetivos, método y plazos definidos. Tales consideraciones de la
doctrina Calvani, igualmente parte del criterio que este proceso implica, que
sectores interesados admiten que existe una crisis que ha de solucionarse
mediante un dialogo, como incluso lo ha sugerido el Papa Francisco. Para la
doctrina Calvani, de las alteraciones de los elementos esenciales de la
democracia, la característica más dramática es la intolerancia y la violencia, y
el derecho humano más afectado es el derecho a vivir en paz y en desarrollo
económico y social. Es decir, el derecho a vivir en convivencia y en libertad y
con justicia. Se trata, entonces, de lograr de verdad un consenso o un acuerdo
que asegure el restablecimiento de la institucionalidad y el diálogo
democrático, y que permita la reactivación de la economía y la superación de la
pobreza de la población en un clima de libertad y de paz. Este acuerdo en el
fondo no es sino un acuerdo para la convivencia ciudadana, por lo que la
participación de la sociedad civil organizada es fundamental en el proceso de
negociación. . En otras palabras, el reclamo del consenso necesario para superar
la crisis, se basa, pues, en el derecho humano de la convivencia, que es un
valor superior y un fin esencial de la sociedad y del Estado. Vale la pena
señalar, que resulta conveniente y de rigor, recordar que en situaciones de
graves conflictos, como lo era la centroamericana para Calvani, y es hoy, para
Venezuela, que conforme el principio de respeto de los derechos humanos,
practicar la tolerancia, para revisar mutuamente decisiones y ceder en
posiciones políticas, no significa renunciar a las convicciones personales o
atemperarlas, como lo proclama el Artículo 1. 4 de la Declaración de Principios
sobre la Tolerancia del 16 de noviembre de 1995 de la UNESCO.
Por otro lado, lo que podría llamarse la axiología y la filosofía Calvani para
resolver las crisis de institucionalidad del sistema político, no está de más
recordarlas en estos momentos en que la comunidad internacional vuelve a
insistir ante el gobierno como ante la oposición de la conveniencia de negociar
un consenso para solucionar la crisis institucional de nuestra democracia. Esa
axiología y filosofía, concibe como la base del consenso al pluralismo, junto
con la ética y los derechos humanos. De modo que están obligados,
principalmente, los gobernantes, a reconocer la existencia de una sociedad
plural que éticamente es superior a una sociedad uniforme. Y, una forma de
manifestar el cumplimiento de ese deber ético, ante el conflicto que afronta el
sistema político, es promover el consenso político. Además, que el pluralismo
está implícito, en la libertad, la justicia y la igualdad, las cuales no son
posibles si se atenta contra el pluralismo imponiendo una sociedad uniforme o
monolítica, favoreciéndose la polarización entre los antagonistas. Por otra
parte, en segundo término, de acuerdo con la doctrina Calvani, el pluralismo,
que es la base para el consenso, parte de la idea que la verdad política, nunca
es unilateral y que en materia política no existe un criterio absoluto, sino que
hay que atender a la verdad práctica y real, que la da la sociedad. Esa verdad
es que la confrontación y la polarización representan un riesgo de violencia y
una amenaza para la paz. Asimismo, en su dimensión ética, en tercer término, de
acuerdo con la doctrina Calvani, el consenso, como manifestación del pluralismo,
tiene sus límites, ya que no es posible defender cualquier cosa, sino la que se
justifique racionalmente y la que se conforme con la axiología constitucional.
En cuarto término, , con relación a un posible proceso de acuerdo, según esta
doctrina Calvani, las condiciones de la negociación han de ser las del llamado
“discurso o dialogo ideal”, que reduce las posibilidades de engaño, de
ocultamiento, de irracionalidad de los participantes, o de bloqueo, como la de
colocar al participante en una condición de inferioridad a la hora de negociar
por la interferencia de decisiones sobrevenidas de una parte que agravan el
conflicto, pendiente el proceso de negociación. Que exige que los participantes
sean plenamente racionales, capaces de abandonar el conflicto y lograr la
institucionalización de un acuerdo propicio para una sociedad más justa. Por
ello, es importante un esquema de dialogo que acredite la condición de iguales
de los participantes, como reconocer al “enemigo” como contraparte del Gobierno,
y que permita la figura de unos negociadores o facilitadores, confiables, que
aprecien el grado de racionalidad o justicia del dialogo real. Y, que defina “la
agenda” y el “orden del día”, que sirva de referencia pública para esa medición
y que evite los bloqueos de la negociación. Esa agenda, en el proceso de
consenso, serían los temas de negociación.
Desde otro orden de ideas, de los discursos y planteamientos de Calvani, de
naturaleza ideológica humanista , se puede extraer el principio que ese diálogo
o negociación ideal, supone un núcleo axiológico irrenunciable e indiscutible,
representados por valores objetivos, que constituye lo indudable, fuera de cuya
circunferencia se penetra en la zona de discusión. Es la idea de un conjunto de
círculos concéntricos, que según Gregorio Robles, configura la negociación ideal
en un proceso del consenso político. En efecto, el primer circulo esta
constituido por lo indiscutible, en nuestro caso, la aceptación de los
principios y elementos esenciales del orden democrático, del repudio a la
violencia, la convivencia democrática, la vigencia del Estado de Derecho y el
respeto a la dignidad de todos los venezolanos. El segundo círculo, incluye los
temas respecto de los cuales es posible llegar a un consenso matizando las
diversas partes sus posiciones para acercarlas a las de los otros. Y, por
último, el tercer círculo que recoge los elementos de valor que han de buscarse
para la elaboración del consenso racional o real. Un aspecto crucial de estos
diálogos, es el perdón y el arrepentimiento de una y otra parte, bajo el
concepto de justicia retributiva, es decir, la que busca la paz mediante la
armonía entre la justicia y la reconciliación que ha sido aplicada en procesos
difíciles como los acuerdos de paz de Chile, Sudáfrica, Guatemala y el Salvador,
y últimamente en Colombia. Por supuesto, que la justicia retributiva no
comprende los delitos de lesa humanidad, ni los de narco política, ni los de
violaciones graves de derechos humanos.
En Venezuela, en un dialogo ideal para conseguir un consenso real, como solución
a un conflicto político, hay que ponderar nuestra actual situación, con una
Asamblea Nacional Constituyente ilegítima, porque en la supuesta negociación su
reconocimiento es un planteamiento del gobierno, aduciendo que con una nueva
Constitución se soluciona la presente crisis política. Al respecto, debe
recordarse que es verdad que la Constitución define el marco axiológico y
procedimental del proceso de negociación, la cual no puede ser sino la vigente.
Sin embargo, como expresa Diego García Belaunde, constitucionalista de la
Pontifica Universidad Católica del Perú, que es una premisa falsa que los
procesos constituyentes o de reforma constitucional, y su producto final, la
Constitución tienen la solución a todos los conflictos políticos. Por el
contrario, afirma este constitucionalista, que, por desgracia, no sirven para
arreglar nada, pues ellas nunca son fines sino medios . De modo, que si el
conflicto político tiene alguna de sus causas en la llamada Constitución
Política, otro dato real, en el proceso de discurso o negociación, es lo que
Gregorio Robles denomina “ el dialogo ínter sistemático” o “ dialogo post
constitutionem “, que afecta no sólo el desarrollo normativo inferior a la
Constitución, que debe darse al nivel del Parlamento y en los Tribunales
Constitucionales, sino también a la propia Constitución, si se detecta que el
modelo político ideal de democracia que recoge no resulta ser en la práctica una
democracia real, en cuyo caso se adelantaría el procedimiento para su
modificación o enmienda por el proceso de consenso previo. Es decir, que, a mi
juicio, y me atrevo a decir, que conforme a los principios democráticos de la
doctrina Calvani, que, en un proceso de negociación, el tema del reconocimiento
la Asamblea Nacional Constituyente, debería ser objeto de un referendo popular,
para que el pueblo sea quien decida si la reconoce o no la reconoce.
Por último, encuentro en el rico y enriquecedor pensamiento del Papa Francisco
ideas y principios propios de la doctrina Calvani sobre el dialogo, la
mediación, la paz, la justicia, la rehabilitación de la política, la
solidaridad, el bien común y la paz social, el dialogo social, la fraternidad,
la cultura del encuentro, el rechazo de la cultura del descarte, la dignidad de
la persona humana, la corrupción y la colonización ideológica. Hoy día la
doctrina Calvani, de origen internacional, es de vigencia en nuestro problema
político interno, por cuanto de su sistema , se extraen principios sobre la
concientización de la cultura de la reconciliación en un ambiente de gran
conflictividad, como lo es el de Venezuela, en el cual la ira tiene
justificación, pero donde lo fundamental es la liberación de la situación de la
presente situación de opresión y de injusticia, y donde son sujetos
fundamentales el gobierno y la oposición y en el cual quienes han sido víctimas
no solo tienen derecho a ser escuchadas, sino también la responsabilidad en la
búsqueda de la reconciliación a través de la justicia retributiva, que armonice
el perdón con el arrepentimiento, puesto que sin una verdadera justicia no se
consigue una verdadera paz. Propongo, pues, que en la Programación “Pensamiento,
acción y obra de Arístides Calvani: el Apóstol de la Democracia y Canciller de
la Paz”, hagamos énfasis en su “doctrina de negociación para la reconciliación y
la paz”.
El próximo 22 de noviembre, se instalará en el Centro de
Formación y Políticas Públicas Arístides Calvani (IFEDEC), el “Acto
Inaugural de la Conmemoración del Centenario Arístides Calvani”.
Se dice que 100 años son pocos para hacer historia, pero
cuando en esas 10 décadas se tiene un testimonio vivo de quien nació hace un
siglo, su vida es historia porque su recuerdo impide olvidarlo. Arístides
Calvani, quien nació el 19 de enero de 1918, es parte esencial de la
historia de Venezuela. Canciller de la Paz, Apóstol de la Democracia son
calificativos de quien, como él, a los 100 años de su nacimiento, sigue
presente en nuestra actualidad como venezolano ejemplar, hombre de fe, de
convicciones éticas, sociopolíticas, social, docente y magistral.
El IFEDEC fue una obra destacada de Arístides Calvani, cuya creación en 1962
y, en su desarrollo, puso especial empeño y dedicación y que a partir de su
muerte ha llevado su nombre.
Por ello, su consejo directivo ha decidido realizar un programa
conmemorativo del Centenario Natal de Arístides Calvani sobre su
pensamiento, obra y religión, el cual ocurrirá en enero del 2018, por lo que
se designó una comisión integrada por sus directivos, personalidades, además
de sectores vinculados con el Dr. Calvani por su relación familiar, social,
su pensamiento político, académico y diplomático.
Esta comisión fue instalada el pasado mes de agosto y llevará a cabo el
desarrollo del programa conmemorativo del pensamiento y acción de Arístides
Calvani a nivel nacional e internacional, así como, la divulgación de su
obra intelectual.
Con el programa mencionado, la Comisión Centenario del Natalicio del Dr.
Calvani rendirá el homenaje que se merece, como venezolano integral,
promotor de la justicia social, de la paz, del pluralismo ideológico y a la
ética política ciudadana, social y familiar con el que se le reconoce como
Apóstol de la Democracia, a cuya realización invitamos a los diferentes
sectores de la sociedad.
Esta invitación al acto de instalación de la Comisión del Centenario
Arístides Calvani, es para el día 22 de noviembre a las 10:00 a.m. en la
sede de IFEDEC, salón Ávila, Boleíta Norte, Caracas. Agradeceríamos por
razones logísticas, la confirmación de asistencia por el teléfono 0212
2370170 o e-mail: hrivas@ifedec.com